movilidad sostenible

Movilidad sostenible: el verdadero reto del transporte en el siglo XXI

Hablar de movilidad sostenible es hacerlo de la transición que están llevando a cabo las empresas de transporte por incorporar las novedades que el sector tecnológico está diseñando para mejorar sus procesos.

Así, basta echar un vistazo a empresas especializadas como Samsara y ver la info aquí para descubrir todo un nuevo horizonte tecnológico que puede incorporarse y que va a servir de ayuda para mejorar las operaciones en la carretera y acercar los productos a los consumidores.

La movilidad sostenible pasa, necesariamente, por la transición a vehículos que acaben contaminando menos. Mientras esta evolución llega, con vehículos que sean capaces de recargar baterías de forma más efectiva o donde la energía solar, incluso, sea una opción, es necesario dotar a las flotas actuales de herramientas que permitan emitir menos co2 a la atmósfera.

Con las nuevas leyes de movilidad sostenible que se van aprobando se está poniendo fecha a la transición a otras soluciones más allá del combustible, aunque para ello sea necesario que también quienes legislan pongan a disposición de este tipo de comercio una serie de avances en las carreteras.

El objetivo de las carreteras inteligentes no debería demorarse mucho más ya que, el uso del 5G en la tecnología va a garantizar una conectividad a las cabinas capaz de cambiar, de verdad y para siempre, el panorama del transporte terrestre.

“Se ha demostrado la necesidad de apostar por un transporte seguro, que cada vez consuma menos y que optimice al máximo las rutas para evitar que, para el mismo trayecto, salgan dos vehículos. Todo ello gracias a herramientas tecnológicas. Pero si de verdad se quiere apostar por una movilidad mucho más sostenible es necesario que se dote a las carreteras de puntos de recarga rápidos, de una conectividad que avise y colabore en conducciones autónomas y más eficientes y, sobre todo, que garantice que las vías están completamente adaptadas al tráfico que tienen” explican desde el sector.

La completa descarbonización, hoy en día y pese al esfuerzo de las empresas, es inviable porque no hay alternativas que respondan a la realidad de la cadena de suministro. De ahí que muchas compañías, en busca de mejorar su impacto medioambiental, están optando por la producción de cercanía. 

Es el caso de la frontera mexicana que está acogiendo la apertura de fábricas que buscan dar respuesta a la demanda tanto de Estados Unidos como de Canadá y el resto de países de Sudamérica desde el propio continente, evitando así la producción en Asia que se vio paralizada durante la pandemia, creando una rotura de stock que trajo problemas a las fábricas americanas al tener que parar, incluso, sus producciones ante la falta de productos.

Con estos gestos, además de garantizar a las empresas contrataciones mejores, también les sirven de referente a la hora de crear corredores logísticos y de planificar mejor unas estructuras comerciales que respondan a tiempo la demanda real. Todo un reto que debe plantearse como prioritario en este siglo.