Obesidad infantil

Comer deprisa está relacionado con la obesidad infantil y otros problemas

La alimentación siempre es un buen momento para disfrutar y pasarla bien. Sin embargo, cuando se trata de niños las cosas son un poco diferentes. Por su edad son poco maduros para manejar el tema de la alimentación con responsabilidad. Por esa razón es necesario que como adultos los ayudemos en este proceso a fin de evitar la obesidad infantil y otros problemas.

Para muchos padres y cuidadores atender el tema de la alimentación con los niños puede ser todo un reto. Existen algunos pequeños que rechazan de forma rotunda cualquier tipo de comida, otros no se sienten cómodos con ciertas texturas y colores, y no podemos olvidar que hay quienes comen deprisa. Y hay que señalar que esta última se relaciona con ciertos problemas de salud.

¿Comer deprisa? ¿Qué consecuencias trae en los niños?

Muchas personas creen que el proceso de la digestión se hace una vez que ya se ha terminado de comer, pero en realidad no es así. La digestión comienza desde la misma masticación de los alimentos. Cuando se mastica, se van liberando enzimas que ayudan a la digestión de los mismos, así que, el objetivo de esta acción no es únicamente triturarlos.

Cuando se come deprisa, no se le permite al organismo liberar esas enzimas necesarias para procesar los alimentos, y esto a su vez trae problemas como indigestión y dolor abdominal. Además, no masticar bien y lentamente los alimentos, interfiere con las señales  de saciedad que llegan al cerebro, de modo que se tiende a comer más de la cantidad debida, promoviendo la obesidad infantil.

Otro detalle relevante es que el cerebro y el estómago están íntimamente relacionados, lo cual interfiere en las señales de estar saciado. Masticar muy rápido hace que el organismo no sepa que ya está saciado y debe parar. Con esto, no solo seguirá comiendo más y más cantidad, sino que no le dará oportunidad al cerebro de comprender que ya está satisfecho.

Lo que puedes hacer para que tu hijo no compra deprisa

  • Trata de picar los alimentos de tus hijos en trozos más pequeños.
  • Enséñales que deben comer los trozos de comida uno a uno y sin prisa.
  • Evita dejar que tu hijo coma a solas, más bien acompáñalo en el proceso.
  • Evita a toda costa distracciones mientras tu hijo como como la tv o el móvil.
  • Inicia temas de conversación mientras están comiendo  para que no se engulle el plato de golpe.