Aunque muchos lo consideren como algo básico o simple, la realidad es que todas las pieles necesitan de exfoliación. Exfoliar la cara puede contribuir a que la piel se libere de residuos e impurezas, lo que a su vez genera mayor luminosidad, hidratación y mejora de la apariencia. Sin embargo, esto no es todo, una buena exfoliación puede hacer mucho más por el cutis de una persona. Por eso, en este post te revelaremos algunos detalles que debes conocer.
Importancia de exfoliar la cara
Los especialistas del cuidado de la piel aseguran que exfoliar la cara es esencial sin importar el tipo de piel que se tenga, se trata de una rutina que debe formar parte de nuestra vida si queremos que la piel del rostro se mantenga cuidada e hidratada. El trabajo de exfoliación aporta múltiples beneficios. Por ejemplo, aporta luminosidad a la piel, mejora su textura y contribuye a que su tonalidad se vuelva mucho más uniforme.
Si eres de las personas que luchan contra las manchas y la grasa del cutis, es necesario que añadas a tu rutina semanal una buena exfoliación junto con hidratación facial. Al hacerlo conseguirás con el tiempo que incluso tu maquillaje se integre mejor con la piel y que esos poros que permanecen dilatados se cierren. Una buena rutina de belleza siempre debe incluir exfoliar la cara, pues solo así es posible conseguir una piel más joven y descansada.
¿Qué hay de la diversidad de exfoliantes?
Aunque todas las pieles requieren de una exfoliación, las pieles que son grasas o mixtas lo necesitan aún más. Exfoliar la cara con regularidad ayuda a que estas pieles puedan equilibrar mejor la producción de sebo, lo cual obviamente dará una mejor apariencia. Podemos decir que la cantidad de exfoliantes disponibles en el mercado es enorme, y esto se debe a que existen diversas opciones disponibles en base a gustos, estilos y tipos de pieles.
Cómo hacer una correcta exfoliación
Exfoliar la cara no es para nada complicado, de hecho con unos sencillos pasos puedes lograrlo. Y en esta sección te diremos cómo hacerlo:
- Paso 1: Con la yema de los dedos aplica una pequeña cantidad del producto y masajea con suavidad. Recuerda no aplicar en las zonas delicadas como el contorno de los ojos.
- Paso 2: El masaje que harás debe ser muy delicado, recuerda que si es de textura arenosa, puede que lastimes la piel si haces movimientos bruscos. Luego deja actuar por 5 min.
- Paso 3: Como último paso te sugerimos que retires el producto con agua fría o tibia. Puedes hacerlo dando unos pequeños masajes circulares para hacer un retiro completo, pero delicado.
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