Se cumplen 50 años del accidente de los Andes cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya con 45 personas a bordo se estrelló con la cordillera de los Andes. Uno de esos supervivientes recuerda que la primera noche que pasó en la cordillera tras el accidente del avión fue un infierno, sin embargo, cinco décadas después confiesa que es una gran historia de supervivencia la “una victoria de la vida”.
5 décadas del accidente de los Andes
El 12 de octubre de 1972 partía desde Montevideo el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya con un equipo de rugby amateur compuesto por jóvenes exestudiante de un colegio, algunos familiares más la tripulación.
Las 45 personas a bordo de la aeronave se dirigían a Santiago de Chile para disputar sus juegos, sin embargo, una tormenta les había obligado a hacer escala en el aeropuerto de Mendoza, Argentina por lo que tuvieron que pasar la noche allí.
Tan solo el día siguiente, aunque las condiciones climáticas seguían inestables despegaron, pero sólo minutos después la aeronave se estrelló con las montañas heladas a más de 4000 m de altura. Uno de sus sobrevivientes dice que esa noche vivió en el infierno.
El accidente de los Andes también conocido como tragedia o milagro de los Andes es una historia que ha inspirado decenas de películas, documentales y libros. Los supervivientes del accidente de los Andes han confesado que fue una experiencia que afectó su vida de manera positiva.
Una victoria por la vida
Roy Harley uno de los sobrevivientes ha explicado que no tienen pesadillas ni sensaciones de tormento a pesar de que en aquella lamentable tragedia tuvieron que ingerir la carne de sus compañeros muertos para subsistir.
El grupo de 16 sobrevivientes tuvieron que permanecer 72 días en el fuselaje del avión con temperaturas que rondaban los 30º bajo cero. Harley explica que simplemente no hubo otra alternativa. Esta persona salió de la montaña pesando 37 kg a pesar de tener 1.8 m de altura.
Mencionan que a pesar de que el accidente de los Andes fue toda una tragedia, destacan las lecciones que deja esto para el ser humano quien tiene una gran capacidad de olvidar el dolor y que se adaptan a cualquier circunstancia.
Harley confiesa que a veces se queja de distintos asuntos de la vida cotidiana y luego reflexiona que no es posible que él a pesar de todo lo que atravesó se este haciendo un problema por algo que considera tonto. Menciona que esta es una de las tantas lecciones que le dejó el accidente de los Andes.
Dejar una respuesta