Cuando interactuamos con personas que están luchando contra una enfermedad grave, es importante tener en cuenta que su situación es muy diferente a la nuestra. La empatía y la compasión son fundamentales para establecer una comunicación adecuada y satisfactoria. En este artículo, hablaremos sobre cómo tratar, de qué hablar y qué no hacer al interactuar con una persona que tiene una enfermedad grave.
Cómo tratar, de qué hablar y qué no hacer al interactuar con una persona con una enfermedad grave
El trato adecuado
En primer lugar, es fundamental ser respetuosos y considerados con la persona enferma. Debemos ser conscientes de que su situación no es fácil y que se encuentra en un momento difícil de su vida. Para ello, es importante mostrar empatía y comprensión. Escuchar a la persona y estar presente para ella es una de las mejores formas de demostrar nuestro apoyo.
Es importante también que tengamos en cuenta la privacidad de la persona enferma. Siempre debemos respetar su intimidad y no divulgar información sobre su enfermedad sin su consentimiento. Asimismo, debemos ser cuidadosos con las preguntas que hacemos, ya que muchas veces pueden resultar invasivas o incómodas.
De qué hablar
Cuando hablamos con una persona que tiene una enfermedad grave, es importante elegir temas de conversación adecuados. Debemos evitar hablar exclusivamente de la enfermedad, ya que esto puede resultar agotador y abrumador para la persona enferma. En su lugar, podemos hablar de temas más ligeros y amables, como aficiones, intereses, pasatiempos, etc.
También es importante hablar con la persona enferma acerca de sus sentimientos y emociones. Escuchar sus preocupaciones y miedos y ofrecer nuestro apoyo puede ser de gran ayuda. Al mismo tiempo, debemos ser cuidadosos y no intentar minimizar sus sentimientos o dar consejos no solicitados.
Qué no hacer
Cuando interactuamos con una persona que tiene una enfermedad grave, hay ciertos comportamientos que debemos evitar para no resultar ofensivos o inapropiados. En primer lugar, debemos evitar hablar de otras personas que hayan tenido una enfermedad similar o que hayan fallecido a causa de ella. Esto puede resultar insensible y doloroso para la persona enferma.
También es importante evitar hacer comentarios despectivos o negativos acerca de la enfermedad o del tratamiento que está recibiendo la persona. Esto puede resultar desmotivador y desalentador para ella. Finalmente, debemos evitar hacer promesas que no podamos cumplir. Es importante ser realistas y sinceros en todo momento, y no crear falsas expectativas en la persona enferma.