Además de escribir una página importante de la historia del arte latinoamericano e incluso mundial, el artista Fernando Botero dejó como legado tres hijos que han destacado también en los ámbitos a los que han dedicado su vida. Ninguno de ellos se decidió por ser pintor o artista como su padre, pero sí se han ocupado de mantener la grandeza del colombiano Botero tras su muerte, el pasado 15 de septiembre, como la intensa labor que realiza Fernando Botero Zea, su hijo mayor, en expandir su legado.
Fernando es el hijo mayor del primer matrimonio del pintor y escultor con Gloria Zea, junto con Lina y Juan. De los tres hermanos, Lina es la que se ha involucrado en el ámbito artístico y cultural de una manera más directa, pues ella trabajó de la mano de su padre en algunas exposiciones y se cree que va a ser la heredera de sus obras. Por su parte, Juan Carlos, el menor de la familia, dedicó su vida a la escritura y el periodismo. Sin embargo, es Fernando Botero Zea quien ha tenido una trayectoria profesional más centrada en la esfera pública, debido a su carrera en la política de Colombia.
Extensa formación política
Su interés por este ámbito despertó muy pronto, cuando aún estaba en el colegio, en el Fessenden School en Boston, Massachusetts. Allí, con poco más de diez años, fue elegido presidente de su curso, su primera relación con el poder público. Después estudió la educación básica entre Colombia y Suiza, para acceder a sus Estudios Políticos en Francia. La formación académica de Fernando Botero Zea continuó con varios posgrados en diferentes universidades: Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de los Andes, dos maestrías en la Universidad de Harvard, otra en la Universidad de la ciudad de Londres y la última en el Instituto de Estudios Superiores de Monterrey.
Fernando Botero Zea fue capaz de compaginar sus estudios con su actividad profesional. Comenzó en el sector privado, como consultor en McKinsey and Company, donde concentró su trabajo en uno de los principales clientes del bufete en España, el Banco Herrero. A su regreso a Colombia, ocupó la presidencia de la Compañía de Servicios Bursátiles, S.A. y fue consultor en grandes empresas del país.
La vida política de Fernando Botero Zea
Pero fue el sector público al que dedicó su trayectoria profesional. Sus inicios tuvieron lugar como Coordinador de Alcaldes Menores de Bogotá hasta que pronto pasó a ser nombrado viceministro de Gobierno por el presidente Virgilio Barco Vargas. Dos años después logró convertirse en concejal de Bogotá con una amplia votación, puesto al que aportó las ideas de su libro ‘Bogotá descentralizada’. Después de postularse como candidato a la Alcaldía Mayor de Bogotá, cargo que no logró, fue nombrado Secretario General del Partido Liberal y Senador de la República hasta en dos ocasiones.
Fue en 1994 cuando llegó al puesto más importante de su trayectoria política: Fernando Botero Zea fue nombrado Ministro de Defensa Nacional de Colombia. Su paso por el Ministerio es recordado por varias reformas trascendentales, como la creación de la Aviación del Ejército, un programa de respeto y promoción de los derechos humanos y la integración de la inteligencia militar y la Policía, además de desarrollar una agresiva campaña contra la guerrilla.
Botero Zea, el empresario
Un tiempo después, Fernando Botero Zea se alejó de la política y para inicios del siglo XXI volvió a la actividad empresarial con la fundación del Grupo Editorial Estilo México, que publicó un número importante de revistas. También publicó los libros ‘Conversaciones en la cantina’ y ‘México desde el cielo’, además de fundar otras empresas. La primera fue Itacate, una compañía dedicada a la entrega de alimentos nutritivos de bajo coste como proveedora de planes gubernamentales. Después fue el encargado de llevar a Colombia una representación de BodyBrite, una marca de tiendas de estética que ya existía en México.
Pero sin duda su gran trabajo empresarial llegó en 2014 con la creación de Botero-inChina, la empresa encargada de organizar la primera exposición del maestro Fernando Botero en China. La muestra, que recogía la obra de su padre y fue presentada en Beijing, Shanghái y Hong Kong, reunió a más de 1.5 millones de visitantes y abrió nuevas fronteras para la obra de su padre en China y en otros países de Asia. Posteriormente la labor de apertura ha llegado a espacios en el Medio Oriente, gracias a los esfuerzos de Fernando Botero Zea por preservar el legado artístico y cultural de su padre.
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