Andrew Garfield confesó en una entrevista reciente que interpretar a Spider Man conlleva ciertos peligros. El actor no solo explicó los riesgos de las acrobacias en el set de grabación sino también como el personaje significa un antes y un después en la vida del actor.
Spider Man un personaje icónico
El hombre araña es uno de los grandes personajes de la historia del cine, todo un icono en la cultura pop. Esto es una realidad que Andrew Garfield tuvo muy presente antes de encarnar al intrépido trepador de muros neoyorquino. El actor confesó que el papel cambió su vida tanto al formar parte de la cultura pop como también en términos de fama y exposición.
El actor de The Amazing Spider Man descubrió que la fama instantánea que le trajo su interpretación cambiaría su vida para siempre. Interpretar a Peter Parker no solo era encarnar un rostro icónico sino también formar parte de una herencia amplia, complicada y singular más allá de lo que podría imaginar.
Andrew Garfield rápidamente tuvo que plantearse ciertas preguntas sobre su actuación en el hombre araña para que este no fuera el punto culminante de su trayectoria como actor. Sin embargo, consideraba que estaba preparado para asumirlo a la edad de 26 años cuando fue escogido para el papel.
Cambia la vida de Andrew Garfield
El actor confesó que estaba consciente de que habría muchos elementos indeseables alrededor del papel de Peter Parker, sin embargo, creía estar listo para asumirlo, se sentía tan preparado para eso que no lo sintió como algo pesado. No obstante, vio elementos peligrosos en términos de fama y exposición.
Inmediatamente comprendió el costo de formar parte de la cultura popular: ser conocido solamente por haber interpretado a Spider Man. El actor desea poder seguir interpretando papeles en el teatro, algo que disfruta y desearía hacer por el resto de su vida.
The Amazing Spider Man estrenada en el 2012 tuvo una excelente acogida por el público y la crítica, por lo que Sony rápidamente rodó la secuela de The Amazing Spider Man 2 en 2014. Fue entonces cuando Andrew Garfield comprendió que todo era efímero. La película recibió críticas muy desfavorables y obtuvo una recaudación en taquilla por debajo de lo esperado, tanto así que Sony descartó la producción de la tercera parte de la historia programada para el 2016.