A todos nosotros nos gusta disfrutar de una buena comida, pero cuando se tiene buena compañía, esto resulta más placentero aún. Pero es necesario destacar que las personas con las que comemos ejercen una gran influencia en cada uno de nosotros. Esto se debe a que nuestros compañeros de mesa intervienen en nuestra forma de pensar y de comportarnos.
Comer es algo común en todos y es probable que debido a su normalidad, nos resulte difícil detectar cuando otros influyen en lo que consumimos. Pero sí, la realidad es que nuestros compañeros de mesa contribuyen a determinar lo que comemos y cuánto comemos. Teniendo presente este asunto, es importante que evaluemos con cuidado con quienes nos sentamos a la mesa.
¿Cómo afectan los compañeros de mesa en lo que comemos?
La compañía que tengamos al momento de comer determinará en buena medida el tiempo que dediquemos a estar en la mesa. Quienes tienen el hábito de comer solos, saben que al estar así resultará más sencillo concentrarse únicamente en terminar su platillo. Pero cuando se está con amigos y otros compañeros la atención no solo se centra en los alimentos, sino también en ellos, lo cual extiende el tiempo y la duración de las comidas.
Además del tiempo, los compañeros de mesa también influyen en los alimentos que tomamos en la sobremesa. Aunque algunos solo disfrutan de un café, otros incluyen algo más en ello. Generalmente en las sobremesas se consumen galletas, bizcochos y pasteles. Si esto se convierte en un hábito de todos los días, el riesgo aumenta para todos, puesto que estos alimentos son ricos en azúcares.
Sí, aunque parezca algo extraño, quienes sufren de fobia social se sienten limitados al momento de consumir alimentos en presencia de otros. Y aunque compartir con otros es una fuente de ánimo y estímulo, para estas personas puede convertirse en un momento incómodo y molesto.
Las personas que padecen fobia social se sienten avergonzados al comer delante de otros, por eso hacen lo posible por evitar estos encuentros. Huir de estas situaciones aunque les ofrece alivio en el momento, trae graves consecuencias a futuro, afecta de manera negativa las relaciones sociales.
¡En ocasiones comer con otros aumenta nuestro estado de ánimo!
Hemos visto el efecto de otros en lo que comemos. Y aunque para algunos representa un aspecto negativo, no tiene porqué ser tu caso. Comer en compañía de aquellos a quienes amamos y con quienes nos hacen sentir bien es realmente placentero. Incluso, según los expertos cuando nos sentimos cómodos y a gusto logramos percibir aún mejor los sabores y las texturas de los alimentos… y tú ¿cómo te sientes al comer con otros?